Parque Yamaguchi

Miriam buscaba «vestir su casa»… tenía claro que el mobiliario le encantaba pero que le faltaba vida… así que en ese punto entré a darle el toque final a las estancias que, a pesar de su base elegante, no decían mucho.

Trabajamos el estilismo del salón y el dormitorio principal… Textiles de LO DE MANUELA, complementos decorativos, cuadros, iluminación y flor…mucha flor, que diese a los espacios ese toque que hace que la vida se vea diferente.

Nos entendimos tan bien, fue todo tan fácil con ellos que, cuando tocó cambiar la habitación de Carla y quitar la cuna, volvió a sonar el teléfono.

Qué diría yo de Carla… una peque simpática, alegre, divertida, cantarina y muy cotorra…que te hace descalzar para pisar la alfombra y que, te lo dice tan convencida, que te rindes totalmente a sus encantos.

Había que hacer algo a la altura de su especial forma de ser… así que, partiendo de la fantástica cama de PICARAZÁN, el resto tenía que ser atemporal y de cuento… no demasiado empalagoso ni pensado a corto plazo… por eso el papel de conejitos de BORASTAPETER llevaba su nombre… y los cojines, cada forma, cada color… todo lo que le hacía brillar los ojos cuando lo veía y que consideraba completamente suyo sin pedir más opinión… adoro trabajar para los peques… reconozco que son mi debilidad… ellos son la verdad en estado puro… gracias a la mami que me regaló momentos tan divertidos.

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